Espacio abierto para compartir inquietudes, conocimientos, actividades culturales
y lúdicas, hacer nuevas amistades y crecer interiormente.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Inercia.

Parece como si, por algún toque silencioso, misterioso, toda la sociedad estuviera inmersa en una somnolencia, quietud, letargo... inercia. El comentario habitual es que "todo está parado" "no se mueve nada", estamos en una especie de ralentí, parón en todos los sentidos: comercial, laboral, emocional... todos queremos que alguien haga algo... pero ¡que sea el otro! yo espero que tu me llames y tu esperas que te llame yo... y así nos quedamos: esperando...
Está claro que atravesamos tiempos ¿de parto? o, por lo menos, de profunda transformación, a todos los niveles. Posiblemente estemos sufriendo una metamorfosis interna de las de época o... ¿estamos asistiendo a la quietud que existe antes de la tormenta, el terremoto, el tsunami?
O quizá sea que nos identificamos o estamos tocando fondo en el mundo material; la materia sí es inerte, quieta, estática, densa, oscura, fría, como la vida de los minerales...
De cualquier forma, se nos escapa algo que nos diferencia del resto de los seres que habitan bajo el manto de la madre natura, es la voluntad, chispa divina, el origen de nuestro ser real, el cual es inmortal, eterno. Disponemos de la voluntad y la palabra como fuerzas creadoras para desarrollar los poderes internos que... los tenemos intactos. Tenemos un compromiso contraído muy importante por el hecho de disponer de estos poderosos utensilios, privilegio, solamente, del ser humano.
Ya dijo Jesús "cosas como las que Yo hago, haréis y ¡aun mayores!", también dijo "id, predicad el Evangelio y curad a los enfermos". Y... "mi reino no es de este mundo" ¡ni el nuestro tampoco! nosotros vivimos en la materia pero no pertenecemos a ella sino al mundo de la vida, la luz, el color, el amor y la prosperidad infinitas. Somos espíritus en tránsito por el mundo material y ese tránsito es muy breve como para detenernos un momento.
Vuelve al origen, al verdadero ser, reconoce a quien realmente eres y verás como todo cambia a tu alrededor.

No hay comentarios: